2007/09/19

UN NEGOCIO MÁS ALREDEDOR DE LA MUJER

Las Mujeres y sus Días Fetichismo de la mercancía íntima: Tirar la Toalla


Fernando Buen Abad Domínguez



El problema no es de "género" el problema es de clase.
Hay que andar con pies de plomo cuando se incursiona en temas relativos a la intimidad, anatomía o fisiología femenina por lo frágiles que son las fronteras entre el desenfado y la ofensa. Seguramente hablar, publicitar o comercializar toallas femeninas disgusta a más de una sensibilidad, mientras a otra, le parece de lo más "natural" y cosmopolita, mantener informada a la población sobre los tipos, tamaños, diseños y virtudes de un artefacto "higiénico", "inocente" y "práctico" Dime qué toallas usas y te diré quién eres.
Fetichizadas por la cultura de masas, para cumplir con sus liturgias mercantiles, las toallas femeninas son algo más que discretos y absorbentes solucionadores de bochornos mensuales. Se las asocia con términos y conceptos que en su ambigüedad eufemizan trasfondos de intenciones mercadológicas bastante poco fieles a las problemáticas verdaderas de las mujeres. Confort, modernidad, seguridad, status y cientos de sucedáneos verborréicos manoseados para consolidar un estilo casi clásico en la publicística contemporánea. Imagen de individuos standarizados, prototipo de los valores más superficiales. Identidad femenina desechable. Lo que es acontecimiento cíclico de la naturaleza y expresión enigmática de la fertilidad se cubre con discursos moralistas y maniqueos evidenciados cuando, por oposición aparente, se esgrimen ideas de limpieza, discreción, femineidad, realización y dinamismo. La moraleja sigue siendo todo lo contrario. Detrás de la naturalidad aperturista con que se ofrece el discurso propagandístico se agazapa la ideología que ha hecho de la menstruación materia de satanizaciones brutales. Es el discurso que sobreentiende la sangre mensual como sinónimo de suciedad, animalidad, fealdad y peligro. Es el discurso de las consejas oscurantistas reaccionarias y represivas que siempre estigmatizaron a la mujer durante sus períodos menstruales. Es la ideología sometedora que apetece insistir en que ahora, para paliar el efecto desagradable producido por la "regla", y para ser "libre", "dinámica", "segura" y más mujer hay que usar productos novedosos, garantía de discreción. No hay apertura, hay ocultamiento sofisticado.
Tal vez para muchas mujeres, efectivamente, el uso de algunas soluciones ofrecidas por las toallas femeninas, alivien más o menos, las incomodidades menstruales que no todas sufren. Seguramente la investigación ha logrado avances que en términos de materiales, formas y costos resuelven lo que en otro tiempo fue asumido de manera distinta. Pero lo que debe ser atendido es asunto específico del desempeño cotidiano femenino con sus realidades y necesidades en sociedades misóginas incapaces de abanderar el respeto generalizado. Comenzando por su naturaleza.
La menstruación no es una "maldición divina", no es "suciedad" ni "mancha" en la dignidad. No tiene por qué ser ocultada, disfrazada, camuflada o eufemizada para tranquilizar a esperpentos asustadizos que se inquietan por toda manifestación orgánica. Hay que ponerlo en claro aunque parezca ridículo en pleno exitismo posmoderno neoliberal. Aún hoy en nuestras sociedades están presentes los mitos e ignorancias que marginaron a las mujeres por el hecho de menstruar. Se las apartó de los cultivos porque eran sospechosas de perjudicar las cosechas. Se las encerró en habitaciones especiales porque en períodos menstruales eran portadoras potenciales de enfermedades y calamidades en todo orden. Se las miró con desprecio porque "olían mal", porque estaban "poseídas", porque eran portadoras de "pecados originales" asociados con la "sangre sucia".
No es gratuito el peso de esa vergüenza atávica generada en las mujeres y no es casual que en la historia de su sometimiento esclavizante, algunos mitos de la menstruación sirvieran como puntales enfatizadores de tanta culpa descargada ferozmente en su contra.
Por la menstruación las mujeres también son víctimas de chistes morbosos, de incomprensión laboral y familiar, de sospechas y menosprecios que bien merecerían poner en tela de crítica a la sociedad entera. No se admite ni respeta el impacto general que sucede mensualmente sobre al estado general del ánimo, el rendimiento, los trastornos emocionales ni las revoluciones psicofísicas originadas durante los estadios premenstruales, menstruales y postmenstruales. Aunque según algunas mujeres es mucho lo que se exagera. Publicísticamente, se ha hecho del fenómeno, deporte demagógico audiovisual que tiene como coartada cuanto estereotipo se imagine. Juegan a la suavidad más cursi, propia del engaño pudoroso que se escurre entre imágenes y frases, prudentemente atrevidas y mojigatamente aperturistas. Hacen protagonizar a la mujer el rol de esa heroína vencedora de sus vergüenza ancestrales, en favor de un "mundo feliz" e higiénico, posible sólo si se engancha mensualmente (y para siempre) con el consumo del fetiche mercantil anunciado. Se da un tratamiento histórico a ese antes y después fronterizado por el uso de una toalla que en su sequedad escurre promesas jugosas de modernidad, aceptación y discreción. Avergonzar a los demás ha sido siempre buen negocio. Pregúntese a los comerciantes del pecado y la culpa. Por si fuera poco, el microclima ideológico posicionado por la publicística para crear un círculo vicioso entre la imagen femenina aceptada, "juvenil", y "abierta", con el pasado tenebroso del estigma, genera dependencias subliminales costosísimas para la sociedad. No omitamos el problema ecológico.
A una población desinformada sexológicamente, engañada con el manual del usuario feliz para los genitales, (perpetrado por los genios del control poblacional) y asustada con el pandemónium del SIDA,- más toda la herencia culpígeno religiosa y terapéutico redencional-,. le quedan pocas escapatorias. Tiene ante sí, la inteligencia mercenaria de quienes sólo quieren vender con eficiencia a cualquier costo lo que sea. Y se enriquecen impunemente.
Cada toalla femenina es además portadora de un principio consumista perfectamente inoculado en el paquete ideológico que la soporta. La oferta y la demanda apuntaladas con mercados copados, doctrinarismo publicitario, densidad poblacional y ciclicidad orgánica son plato magnífico donde se relamen los bigotes ciertas marcas. ¿ Dónde estarán todas las alternativas ideadas para el caso y dónde las políticas sociales de quienes no pueden ignorar la dimensión del tema? El gato cuida los bifes. Si las toallas femeninas son prácticas, cómodas, y liberadoras lo son por su carácter funcional y no por el fetiche mercantil en que se han convertido. Ni agregan ni restan personalidad a la usuaria. ¿Por qué no son una prestación laboral adicional ?
Pisar con pies de plomo los temas vinculados a la intimidad, sexualidad y fisiología femenina sirve de mucho para no herir susceptibilidades. Las fronteras entre lo cierto y lo falso son frágiles, la impunidad galopante, la desinformación pan diario y la crítica paupérrima.. Lo único que no podemos hacer ante esto, es tirar la toalla. El problema no es de género, el problema es de clase.

2 comentarios:

Gontzal dijo...

Hay un lugar en el que las cosas no huelen.
Es el mundo noolor.

Entra en "Estudio Adapt" de Evax y descubre que hay una braguita para cada estado de animo, que es importante que tu ropa interior le guste a tu pareja, que debes usar 4 tipos distintos de braguitas con colores diferentes para poder seleccionarlas a juego con el color de tu alma.
Entra en "Estudio Adapt" de Evax y descubre que las marcas de toallas sanitarias quieren convertir a la mujer en algo (no alguien) totalmente estúpido.

Hay un lugar en el que las cosas no huelen.
Es el mundo noolor.

Un mundo que sigue creciendo si no se le combate.

¡¡¡Que corra la sangre!!!

katty galvez dijo...

La unica forma de combatir toda esta vorágine de falsas profesías y promesas casi electorales con respecto a las toallas sanitarias femeninas es la información al respecto en nuestro pais, casi no hay información confiable y preocupantemente tampoco productos confiables.
como puede ser dermatologicamente aprobado un producto que es "TIPO ALGODON"?
Ofrecen seguridad debido a que un "plástico" contiene los desechos mensuales
y por cierto genera calor humedad y en conjunción con sangre y toxinas es el medio ideal para la proliferación de bacterias!!!

El mal olor no es natural, delata la presencia del peligro, por ello en esos dias debemos ser muy cuidadosas con nuestra higiene.

Los llamados productos intimos con acido lactico no son mas que un nombre caro para un derivado del yougurt natural por mucho mas economico y al alcance de las mayorias.

Asi que para su aseo use yougurt, si no se espante tiene bacilos vivos que ayudaran a reconstituir su flora vaginal, use vinagre a partes iguales con agua, en ese medio es imposible la supervivencia de hongos, soluciones economicas y naturales.

LEA BIEN los empaques "TIPO ALGODON" es solo una forma de engaño, lea los componentes
la mayoria usa blanqueadores y
hay toallas tan baratas porque precisamente usan materiales reciclados y como se da cuenta usted?
eche agua comun y corriente a una toalla si esta permanece blanca PASO LA PRUEBA!
si toma un color amarillento "descarte inmediatamente la marca"
no se deje llevar por las supuestas innovaciones
por ejemplo canal antiderrames, zona con dibujitos para las TEENS, mallaseca y otros mas a precios super rebajados,
insisto use productos con superficie de algodon, con base que permita la circulación de aire , y blanqueamiento por oxigenacion que es natural y no el quimico que ya bastante daño ha hecho a tanta confiada consumidora.
SOLO USTED PODRA SALVARLE, LEA BIEN , INVESTIGUE, DEMORESE EN ESCOGER ESTA EN SU DERECHO, SU SALUD ES LO MAS IMPORTANTE Y PARA CONSERVARLA recuerde: solo algodon en contacto con su piel, use jabón sin olor para lavar sus interiores de algodón, no use prendas ajustadas peor aun no combine pantimedias con jeans por ejemplo!!!!
en su casa trate de mantenerse fresca con ropa holgada.
PONGAMOS NUESTRA CUOTA DE RESPONSABILIDAD
Salud es belleza, recuerdelo la proxima vez que compre cosmeticos, y articulos suntuarios y preocupese con el mismo afan por todo su cuerpo incluyendo las zonas mas ocultas.
LES DESEO MUCHA SUERTE Y SOBRE TODO SALUD!!